De palique con Kike 28



PRIMERA SESIÓN

Arrellanado en mi butaca, frente a la pantalla, apabullado por ella y, a veces, horrorizado; otras, extasiado ante un maravilloso Arte que civilizaciones griega y romana hubiesen querido para sí. Por cierto, que posiblemente otro gallo nos cantara.

 
            Lamento, Kike, de verdad, haberte dado la tabarra de manera tan impropia e inconmensurable. Mis pesadillas, aunque tú compartas las preocupaciones que las provocan, son mías, siguen siendo íntimamente mías. Al menos, eso es lo que me parece.... Te pido disculpas por mi abuso. La angustia que puede provocar el dilema ‘¿Pardo o polar?’ que te plantifiqué en el ‘palique’ anterior me la hubiese tenido que tragar con patatas, en lugar de alimentar tu nasa de las decepciones; allí donde entran y no aciertan a salir. Tú mejor que muchos, sin necesidad de que nadie te lo recalque,  sabes de la urgencia de solventar  las carencias que te denunciaba y de lo poco que importan a unos cuantos responsables; es decir, aquellos que deberían responder por ello. Porque parece como si nada les fuese en toda esta historia...
¡Bueno, bueno, bueno! Esto no es del todo así. Que en las instituciones pedagógicas no se ponga el cascabel al gato, no quiere decir que la sociedad esté despreocupada, por lo que hace a las pocas medidas estratégicas que se adoptan de cara a educar y fortalecer la sensibilidad frente a la indiscriminada invasión de imágenes que padece el ser humano. Quizás, algo adormecida si esté, como grogui por el intenso y constante impacto que recibe ella también.
Verás, Kike, amigo, en consecuencia a la carta anterior, aquella en la que hablábamos de la ausencia casi total del cine y de la TV dentro del panorama educativo, mientras las pantallas, con inigualable denuedo y sin el menor desánimo o recato, siguen sofocando al personal con imágenes de dudosas calidad e intenciones y aprovechando la coincidencia de que en El País del domingo 31/3/02 aparecen sendos artículos a través de los que Robert Guédiguian y Gonzalo Suárez(1) se lamentan también y al alimón, por el acoso incontrolable de un modelo cinematográfico exclusivo al que, en algún momento, evitan llamar estadounidense para definirlo como ‘un producto de Hollywood’, te diré que, como puedes comprobar, no soy el único que se queja por la endeble atención hacia el mundo que nos rodea y el escaso afincamiento en la realidad de todos los días que exhiben nuestras autoridades culturales y educativas en lo que concierne a este asunto.
Mira tú por donde, la otra noche, apenas había repasado las dos primeras líneas con intención de darle los últimos retoques a esta carta para ponerla al día y publicarla ya de una vez por todas, ¡date cuenta tú de qué coincidencia!,  tuve la oportunidad de presenciar un debate que viene aquí que ni pintiparado; emitido por TV3, en el programa ‘Millenium’ que tan hábilmente conduce Ramón Colom. El tema era el de la tele basura y si se deben encauzar o controlar contenidos y sobre quién y cómo debe hacerlo, que es como atacar por la banda contraria o complementaria de aquello que nosotros pretendemos: educar en una sensibilidad crítica que ayude al sujeto a hacer frente al problema, no tanto evitar su vivencia, aunque entiendo que ante el desafuero de algunos experimentos televisivos, se luche con ahínco por su prescindibilidad. Por cierto(2) que, con uno de los contertulios, había jugado yo a baloncesto en mis años mozos. ¡Fíjate tú si el mundo es un pañuelo!
Formaba parte también de aquella mesa de debate el productor de una de esas barbaridades-basura, representando su mundo y reclamando su derecho a existir, a lo don Tancredo, atrincherado en la argumentación cerrada del índice de audiencia, de la libertad también (Esa libertad de unos cuantos que viene a ser algo así como ‘Santa Rita, Rita... quita, que yo soy el ventajista’), de que ‘sobre gustos no hay nada escrito’ y de que la parrilla de salida en la pequeña pantalla  está ahí y que solo hay que intentar ocuparla con algo mejor (Mejor no se sabe para quien)... De este círculo defensivo no salía, lo que no le impedía contraatacar interrumpiendo obstinadamente y a diestro y siniestro a los demás. Alguien añadió que, en EE.UU., esta temática no suscita ninguna controversia, porque, ¡Toma del frasco, Carrasco!, allí la tele nació como negocio y todo el mundo lo entiende así; aclaración que acabó de ponerme los pelos de punta.
 No es este foro adecuado para emprender una discusión sobre tamaña polémica, aunque me encantaría; solo decirte que el mismo contertulio que había mentado a EE. UU. terció con que, más que una cuestión de control del medio, este asunto era algo que atañía preferentemente al territorio de la Educación, ante lo cual y, aunque en parte he de estar de acuerdo porque la propuesta de experiencia que planteo hoy va en esta dirección, también he de cuadrarme y manifestar que es responsabilidad de todos. En este aspecto, el del empeño por establecer algún régimen de actuación que impida este desatino que se está llevando a cabo de forma tan impune, reconozco el peso de los argumentos esgrimidos por mi ex compañero de deporte, a pesar de que yo siempre le haya envidiado que jugase al baloncesto mucho mejor que yo.
Digo que, en parte también, le he de dar la razón al otro, a quien mentó a EE.UU. y la Educación, porque pienso que, para dotar de una sensibilidad social que ayude a afrontar la ineludible invasión de la imagen mal usada, se debe empezar por abajo, por conocer lo más ampliamente posible la gramática de este medio y donde mejor se puede impartir este conocimiento es en la Escuela, lo que no quiere decir, insisto, que abandonemos en manos del ámbito escolar exclusivamente su enseñanza-aprendizaje ni que la emprendamos  enfocándola desde la esfera evaluativa y piramidal de la enseñanza reglada.
Ya sé que es difícil construir el muro de contención que semejante problema demanda, pero digo yo que, por lo que respecta al ámbito de la Educación, sí cabe desarrollar espacios donde adquirir algunos conocimientos que faciliten la digestión de estos productos tan homogeneizados como ajenos, tanto en contenidos como en el lenguaje que utilizan y, de este modo, desarrollar una sensibilidad que nos permita separar el grano de la paja, una vez nos las tengamos que ver a solas con la agresiva pantalla. Qué quieres que te diga, me sigue pareciendo urgente acometer con todas nuestras fuerzas esta batalla por dotar de recursos a nuestra sociedad ante esta, de momento, irremediable inundación, propugnando en las aulas alguna experiencia cinematográfica que proporcione el dominio de los necesarios rudimentos sobre este Arte y, aún con mayor arresto, sobre la Televisión.
En esas estamos, Kike, porque, después de haber encetado con el género narrativo el ejercicio de ‘comparación de géneros a partir de la puesta en escena de una obra de teatro’, lo que vamos a intentar exponer hoy aquí es una propuesta de experiencia de comparación de géneros también a partir del ejercicio teatral en la Escuela, pero esta vez con la pretensión de emprender -desde nuestro empeño comparativo- el estudio de esa gramática elemental del Cine, abordando el análisis del lenguaje cinematográfico desde cuatro niveles distintos. Cada nivel nos va a ocupar un ‘palique’, así que éste y los tres siguientes, junto a un quinto que será como una propina, estarán dedicados al ejercicio de ‘comparación de géneros a partir de la puesta en escena de una obra de teatro’, siendo los géneros, en este caso, el Teatro y el Cine, aunque no te escondo que, debido a los medios disponibles en una escuela, por la coincidencia de muchos conceptos y por su apabullante presencia en nuestra sociedad, la propuesta esté decantada en cierto modo hacia la imagen televisiva.
Con el fin de avanzar en nuestra explicación, se hace preciso aclarar que la experiencia que se propone está apoyada en la puesta en escena de una obra que escribí hace años. La obra de teatro que proporciono para llevar a cabo esta experiencia (porque lo que estoy proponiendo no es otra cosa que montar una obra de teatro y, a partir de ahí, que salga el sol por Antequera) es ‘Las sirenas se aburren(3). Su argumento consiste en que, a una isla habitada solo por sirenas y con la intención de rodar una película de piratas, llega una hueste cinematográfica. En tal circunstancia, se produce un equívoco, pues la sirenas no creen que aquellos seres sean comestibles, dado que no son náufragos y, como si actuasen en sintonía con el malentendido, los cineastas tampoco caen en la cuenta de que aquellas sirenas son sirenas de verdad, ya que las considerarán unas figurantes ataviadas erróneamente. Las sirenas, penetrando en los recovecos mentales de aquellos profesionales del cine, sonsacan sus anhelos más recónditos y, a partir precisamente de la consabida palabra ‘Hollywood’, fabrican para el caso un canto de sirena especial con el que logran invocar esas aspiraciones tan ocultas y tan comunes a todos aquellos profesionales del mundo del celuloide y, de esta guisa, subyugarlos y armar la Marimorena.
Un aspecto importante que nos brinda esta historia es que todos los acontecimientos discurren durante el rodaje de una película, lo que propicia una situación en la que maniobras y órdenes, operarios, técnicos y actores, figurantes, maquinaria, útiles y decorado cinematográficos permanecen de manera simultánea sobre el escenario teatral y en la que, especialmente,  todos estos elementos formarán parte de la acción dramática propuesta en la obra y elaborada durante los ensayos.
Aviso para navegantes: lo que estoy formulando, sin ambages, es el estudio de los rudimentos cinematográficos utilizando, como vía de aprendizaje, el ejercicio teatral en la Escuela y me atrevo a avisar también de que ello se va a ofrecer en diversos niveles de intervención, lo que, como te advertía antes, nos va a exigir varias cartas y lo que te rondaré morena para poder desarrollar nuestra explicación.
Vamos pues, al grano. En este primer nivel, se pretende abordar todos aquellos aspectos que, sobre terminología y el oficio cinematográfico, proporciona la situación dramática; esa presencia permanente del Cine, con sus evoluciones propias del rodaje de una película, planteada sobre el escenario por ‘Las sirenas se aburren’, la pieza teatral que sirve de pie para el desarrollo práctico de esta propuesta de experiencia. Habíamos quedado en que, sobre el escenario teatral, un equipo de filmación está realizando las tomas de una película. Constata también que la cámara cinematográfica deambula, dentro del espacio escénico, ejecutando las maniobras de rodaje de la película, conformando, mediante esas mismas maniobras, parte de la propia acción dramática y aportando, con esos mismos movimientos y su lógico devenir, elementos que además la enriquecen. Mira, Kike, cómo la cámara divide en dos el espacio escénico y mira también cómo con sus desplazamientos, la cámara modifica constantemente esta división y, por tanto, replantea a cada momento la distribución del espacio.
Desarrollo práctico del ejercicio de comparación de géneros en el 1er nivel propuesto.
En este primer nivel, se trata simplemente de conocer y ejecutar las órdenes contempladas en el diálogo de la obra de teatro. Solo pretendemos aprender terminología, algunas profesiones del mundo del rodaje y practicar la transformación de las órdenes emanadas por el diálogo en las maniobras correspondientes, mientras las engarzamos en la acción dramática. De tal modo que, cuando en el tramo del diálogo :
Script (Consultando sus apuntes).- Hoy teníamos previsto comenzar con... ¡Veamos! Si, con un travelling sobre cubierta. Después...

aparece el término ‘travelling’, los participantes tengan la oportunidad... tengamos la oportunidad de acceder al conocimiento de lo que es un ‘travelling’, ya que, al vernos obligados a interpretar en escena la acción que requiere el diálogo, habremos de proceder a ejecutar sobre el espacio escénico las operaciones correspondientes para que esa maniobra parezca veraz; en principio, de forma simulada. (En próximos ‘paliques’ podremos ver hasta qué punto estos fingimientos se pueden convertir en una acción real) Asimismo, tendremos la ocasión de contemplar las funciones de algunos oficios necesarios o, por lo menos, habituales en una sesión de rodaje, como es el caso de la ‘script’ en el diálogo puesto por ejemplo.
Es cierto que el texto indica aquellos conceptos que luego se van a ejercitar durante los ensayos de la obra de teatro. Puede parecer que esta circunstancia limita los criterios a aplicar por parte de los responsables de la experiencia. No es así, Kike. Hay que tener presente que ‘Las sirenas se aburren’, el texto en que se apoya este juego didáctico, es una obra de teatro. Tal como declaramos en un palique anterior(4), pertenece a un género literario que, por tradición, admite resignado un grado de intervención más elevado que cualquier otro. Por tanto, modificaciones, interpolaciones, supresiones o tijeretazos, morcillas y escamoteos pueden redondear nuestra labor con el fin de ajustarla a los objetivos marcados.
Así, cuando en el texto original la Script dice:
Script (Consultando sus apuntes).- Hoy teníamos previsto comenzar con... ¡Veamos! Si, con un travelling sobre cubierta. Después...
bien puede decir, caso de que parezca conveniente:
Script (Consultando sus apuntes).- Hoy teníamos previsto comenzar con... ¡Veamos! Si, con un panorámica sobre cubierta. Después...
porque interese analizar el concepto ‘panorámica’, en lugar de ‘travelling’ o bien, puede decir:
Script (Consultando sus apuntes).- Hoy teníamos previsto comenzar con... ¡Veamos! Si, con un travelling sobre cubierta y una panorámica a continuación. Después...
Siempre que se considere que el juego emprendido ha de ampliarse porque los objetivos que se hayan fijado así lo exijan. De hecho, el texto original de la obra de teatro es bastante parco en estos conceptos y deja suficientes huecos a rellenar, en previsión de las aportaciones que surjan, tanto en la mesa de planificación o en el claustro, como sobre la marcha, en los ensayos y a partir de las constantes sugerencias que la interacción de géneros suscita.
En el ejemplo elegido, el diálogo asignado a la ‘Script’ y el hecho de que ‘consulte sus notas’ nos indica cual es su cometido dentro de un equipo de rodaje. Como es lógico, no tiene cabida todo el cuadro de profesiones cinematográficas. El texto original solo ofrece una muestra de ellas; no obstante, cabe aún la posibilidad, en función de las pretensiones que guíen la experiencia, de proceder a aplicar alguna modificación en este sentido.
Estábamos en que el primer nivel de este ejercicio, nivel al cual vamos a ceñir esta carta, propone pues, aparte de mostrarnos algún oficio, introducir en la acción dramática  términos y operaciones propios del rodaje de una película.
Este planteamiento se presta a ser llevado a cabo como consecuencia de hacer posible sobre el escenario cualquier acto que suponga la representación de una sesión de rodaje. De todo un poco se ha sembrado en el texto de la obra; desde el aparentemente simple cometido de tomar nota de cuanto se esté filmando en el imaginario plató, hasta mover la cámara con sentido para simular que se está ejecutando un travelling o una panorámica o cualquier otra maniobra, pasando por el manejo de los reflectores o de la claqueta:




DIÁLOGO
Ayudante de D..-..... . La cámara acaba en  un plano medio del capitán pirata
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Director (A Ayudante de D.).- ....Los movimientos de la cámara han de ser...
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Director.- ¿No habíamos quedado en realizar la toma de un plano general del barco o de la proa?
 Script (Consultando sus apuntes).- Hoy teníamos previsto comenzar con... ¡Veamos! Si, con un travelling sobre cubierta.
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ACOTACIÓN

La inevitable claqueta, indicando los datos de la secuencia que se rueda, abre la acción en cubierta del barco, de acuerdo con las instrucciones dadas por el ayudante de dirección.


hasta el ocupación de construir un decorado, sobre la marcha, en escena:


Obrero 1.- Apoya la tabla en el suelo por tu lado y sostenla por este otro, mientras le pego un par de golpes.
Obrero 2.- Espera un momento. ¿Así?
Obrero 1.- Un poco más arriba.
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Operador (Entrando).- ¿Qué, chicos, ya tenéis preparado el barco?
Obrero 1.- ¿Tú te crees que esto es como hacer churros? ¡Hala, llegas y tienes el barco hecho por arte de birlibirloque!

Acciones que, enriqueciéndolas con otros asuntos que pueden ser considerados de segundo orden, mantienen el hilo conductor de la obra de teatro, porque sostienen el sentido del diálogo y su relación con otros acontecimientos que se muestran independientes a estas intenciones, como se sugiere con el vínculo  que se establece entre los obreros que construyen el decorado y las sirenas que les están observando con mórbida curiosidad:

Obrero 2.- ¿Qué?
Obrero 1 (Por las sirenas).- Que no me gusta que me estén mirando mientras trabajo.
Nenunia.- A mí me parecen hombres como los demás.
Inflexias.- Pero no nos debemos fiar.
Nenunia.- Podemos probar...
Inflexias.- ¡De eso nada! ¿No os dais cuenta de que, si estos hombres no han venido por mar, no pueden ser hombres de verdad?

Mientras en escena se esté ejecutando la ‘panorámica’, construyendo un decorado, dirigiendo un foco, tomando un plano, distinguiendo en este caso y por ejemplo, entre medio y general, los participantes tendrán la oportunidad de proceder al aprendizaje de estos elementos básicos del lenguaje cinematográfico.
Actos y decisiones que, intercalados en la relación entre personajes, ocasionan el correspondiente conflicto dentro de la acción dramática que estamos desarrollando, como se habrá podido entrever en los diálogos entre ‘Operador’ y ‘Obrero 1’ y entre ‘Nenunia’ e ‘Inflexias’ que se han puesto por ejemplo. Sería factible proponer algunos ejemplos más, como la escena que servirá de base para el próximo nivel a explicar y, en consecuencia, de materia para nuestro próximo ‘palique’, en la que se puede contemplar cómo la ‘Script’ descubre un contrasentido producido por la equivocada colocación del decorado respecto a la toma anterior (Al fin y al cabo, ella es la responsable del racor) y lo expresa:

Script (A Ayudante de D.).- Tenemos un problema. En la toma anterior, el barco estaba al revés.

Observación que produce el correspondiente malestar entre el colectivo de profesionales que ha construido el decorado:

Obrero 1 (Que la acompaña).- ¡Pero cómo iba a estar al revés! Un barco siempre tiene  una proa y una popa. !Qué más da para dónde mire!
Script.- Pues mire usted por dónde, de momento, que en la película va a parecer que el barco va y vuelve.
Obrero 1.- No acabo de comprender. Mire, a mi no me enrolle. Nosotros hemos puesto el barco así, como en el dibujo.

malestar que desemboca en conflicto:

Obrero 1.- ¡Pero qué dice usted! ¿Se hace usted una idea? ¡Dar la vuelta a esta mole!
Script.- ¡Pues habrá que hacerlo!
Obrero 1.- ¿Y quién me va a obligar?

Valga aquí sólo para ilustrar cómo una observación técnica puede generar un conflicto que nutra la acción dramática que estamos construyendo. En el próximo palique tendremos que volver a esta escena para intentar la explicación del siguiente nivel, así que no hablemos más sobre ella.
Por último, cuando en el texto se indica ‘travelling’ y, acto seguido, ‘panorámica’, se plantea que estas maniobras están incluidas en la acción dramática, de tal modo que, aunque de forma simulada (Como te he dicho ya, te anuncio que en próximos ‘paliques’ podremos ver que no tan simulada), los participantes habrán de ejecutar con la voluntad de que parezca lo más verosímil posible un ‘travelling’ y, a continuación y con idénticas pretensiones de conseguir un buen nivel de veracidad, una ‘panorámica’, a partir de la acción cinematográfica propuesta por el texto teatral, moviendo congruentemente la cámara que está presente y desenvolviendo su acción encima de un escenario dividido en dos espacios por esa misma cámara. 
 En uno de esos espacios (CAMPO B), estarán los actores interpretando un cuerpo técnico que finge filmar la película de piratas planteada. (Para mejor adaptación al medio escolar o parecido, propondremos la incorporación de la Tramoya a la acción dramática; ya hablaremos también sobre ello) y, en el otro espacio (CAMPO A; aquel que enfoca la cámara), se sitúan unos actores de teatro que, dentro de la acción dramática, interpretan a los actores cinematográficos que, a su vez, están interpretando los papeles de aquella película de piratas que, por el intríngulis argumental,  acabará convirtiéndose en una película de sirenas con piratas.
Lo que importa, Kike, es que, en ese camino dirigido a construir una oferta educativa que refuerce la incorporación al ámbito escolar del conocimiento de esa gramática subyacente al recorrido que va de la cámara a la pantalla, estamos brindando un juego didáctico, divertido, artístico en la medida que la nuestra es una acción artística donde prima el proceso sobre los resultados, adaptable a los códigos de actuación escolares y eficaz para cubrir, sin imposiciones institucionales, una necesidad urgente, motivada por ese vacío que impide concertar el bombardeo que padece nuestra sociedad con un nivel de sensibilidad y conocimiento que le permita responder a tan inusitada avalancha.
Y lo que se plantea no es otra cosa que un ejercicio eminentemente práctico, donde se imparten conocimientos a caballo de las vivencias que provocan todas y cada una de las situaciones que se producen durante el quehacer cotidiano del teatro, los ensayos. Cometidos, terminología y consecuentes operaciones cinematográficos serán mostrados mientras hilvanamos la acción dramática dimanada del ámbito propio del texto y del ámbito que corresponda a las adaptaciones realizadas por los responsables que lleven a cabo la experiencia. Es en esta situación, la de los ensayos (donde surge el mayor número de preguntas mientras se perfeccionan personajes y acciones), en la que nuestra intervención, intentando recrear una intensa y verosímil vivencia del lenguaje cinematográfico y del mundo que lo soporta... es durante esos momentos  cuando, de forma natural, por el deseo de descubrir las motivaciones de los personajes y los orígenes de las situaciones, se produce con mayor intensidad y frecuencia la curiosidad de los participantes y, con ella, el impulso propicio para espolear nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje en este terreno cinematográfico mediante la ‘comparación de géneros’.
Aprovechar esta ventaja y ofrecer la técnica que la soporta a profesores y a profesionales teatrales que se quieran dedicar a este campo, puede resultar un buen entretenimiento para personas como nosotros, Kike. En cualquier caso, te recalco que, por lo que respecta al procedimiento de ‘comparación de géneros’ y, en particular, el que confronta el Teatro con el Cine, éste que te he expuesto en este ‘palique’ es solo un nivel de aprovechamiento de nuestra intervención. Quedan, por lo tanto, otros tres niveles y la propina anunciada. Los veremos y nos veremos en los tres próximos ‘paliques’ y pico. Entretanto, recibe un fuerte abrazo,
Miguel Pacheco Vidal
(Artículo publicado en revista ‘Ñaque’, Ciudad Real (España); nº. 35, junio 2004)

(1)     En la bolera del firmamento’,  de Gonzalo Suárez y ‘Un desastre antropológico’ de Robert Guédiguian, artículos que, bajo el lema común ‘La excepción cultural, aparecen en la página 15 de EL PAÍS del domingo 31/3/02
(2)     Este ‘Por cierto’ está colocado aquí en homenaje a la puesta en escena que ha realizado Juan Margallo de la obra de teatro ‘El Observador’ de Luis Matilla.
(3)      Las sirenas se aburren’, obra de teatro escolar del autor de este ‘palique’ publicada en la colección "Punto de Encuentro" (Serie de Teatro) de Editorial Everest (León, 2.005)
(4)     “Del marco, su primer lado”;De palique con Kike-22’, Ñaque, Ciudad Real; número 29  - abril 2003.